miércoles, 7 de abril de 2010

Borracha més que borracha!

La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, del PP, llevó ayer al terreno de los hechos su insumisión a la orden del Ministerio de Cultura que paralizó, a finales de diciembre, el plan municipal que prevé el derribo de 1.600 casas de alto valor artístico en el barrio de El Cabanyal. Las piquetas, ayudadas por la represión policial, vencieron la resistencia de los vecinos y lograron derribar dos de las casa protegidas.

Barberá ordenó ayer el derribo de dos edificios, justo el día que entraba en vigor una ley aprobada en Les Corts, con mayoría absoluta del PP, para validar las demoliciones y buscar un conflicto de competencias con Cultura, que argumenta que los derribos suponen un "expolio patrimonial".

Precisamente, la ley de los populares es un calco del decreto que aprobaron el pasado enero se tramitó pese a que el Consejo de Estado emitió un informe en contra y de que el Gobierno central presentó un recurso de inconstitucionalidad y que motivó una rápida suspensión cautelar. Recientemente, la alcaldesa afirmó que continuaría con las obras aunque fuese a la cárcel por ello.

La rebeldía de la primera edil se inició a las ocho de la mañana, en un inmueble abandonado en San Pedro, una de las primeras calles que dieron trama urbana e identidad al viejo poblado de pescadores de Poble Nou de la Mar.

De hecho, esta vía está repleta de casas con vestigios arquitectónicos del modernismo popular de finales del siglo XIX. Muchas de ellas están protegidas con Nivel 2, el mismo del que gozan, por ejemplo, el Palacio Arzobispal o el mismo ayuntamiento.

2 comentarios:

NOrris dijo...

borracha gorda askerosa

Anónimo dijo...

Que li pegue a la botella de vodka i als valencians que ens deixe en pau!!!