lunes, 12 de abril de 2010

El otro Cabanyal posible


El Cabanyal está herido. Sus últimas llagas son los solares que han dejado los cinco derribos perpetrados por el ayuntamiento la semana pasada. La violencia de la Policía Local y la Nacional contra los vecinos que intentaron impedirlos ha sumido el barrio en la estupefacción. No es para menos. A finales de diciembre, el Ministerio de Cultura, a instancias del Tribunal Supremo, suspendió el plan por considerarlo un "expolio del patrimonio" e instó a la rehabilitación de este viejo enclave marinero. Los manifestantes que esgrimieron este argumento acabaron en el hospital o en el calabozo. Formaciones como Compromís o Izquierda Unida ya han demandado el cese del delegado del Gobierno, Ricardo Peralta, por enviar la Policía Nacional a cargar contra ciudadanos que defendían las normas de una administración a la que representa. Esta tarde lo volverán a exigir en Madrid, a las puertas del Ministerio de Cultura.

El clímax vivido en los últimos días también ha puesto de relieve la necesidad de adoptar soluciones urgentes en un barrio al borde del colapso tras más de una década de paralización e incertidumbre. En 1998, el ayuntamiento aprobó el PEPRI (Plan Especial de Protección y Reforma Interior), que incluye la prolongación de la avenida Blasco Ibáñez sobre 600 edificios de un elevado valor histórico. La contestación ciudadana fue inmediata y se articuló en torno a Salvem el Cabanyal, plataforma que aboga por "una rehabilitación integral del barrio sin destrucción". Una idea que también defienden los partidos de la oposición y numerosas entidades del ámbito de la protección artística y patrimonial.

Tras 12 años de debate, propuestas, informes y jornadas culturales, se ha generado un plan de rehabilitación no escrito. Un plan minucioso de gran participación ciudadana que se nutre de aportaciones de profesionales de prestigio como Jean Nouvel, Oriol Bohigas, Ramón López de Lucio, Álvaro Siza o Lucien Kroll. Por ejemplo, el portugués Siza apuesta por un barrio habitable, con fachadas de casas tapadas por plantas trepadoras y espacios donde apetezca pasear y no sean sólo un lugar de paso.

No hay comentarios: